El Equipo de Investigación Tecnológica (Edite) de la Unidad Orgánica de la Guardia Civil de Córdoba ha denunciado a cuatro personas y a dos sociedades mercantiles por una estafa que habría alcanzado los 200.000 euros.
Según ha informado este martes la Comandancia, la investigación se inició en el mes de julio, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una denuncia presentada en Montoro según la cual una empresa advertía que había recibido varios correos de un proveedor que cambiaba la domiciliación de pago de varios envíos.
Las primeras investigaciones permitieron comprobar que la empresa ya había abonado 200.000 euros y que los presuntos estafadores, para hacerse con el dinero, habían remitido varios correos a la empresa para simular que el proveedor había cambiado la domiciliación.
El avance de la investigación permitió el bloqueo de la cuenta bancaria a la que inicialmente había sido transferida la cantidad reclamada, lo que permitió recuperar 140.000 euros.
Tras una exhaustiva investigación tecnológica, en la que se han analizado cuentas bancarias y correos electrónicos, se ha conseguido llegar a los presuntos autores de este hecho delictivo, cuatro personas y dos sociedades mercantiles que han sido investigados como presuntos autores de estafa, falsedad documental, usurpación de estado civil, blanqueo de capitales y descubrimiento y revelación de secretos.
El Instituto Armado ha explicado que este tipo de estafas telemáticas consisten en la obtención y falsificación de documentación mercantil, generalmente facturas, extraídas a través de la entrada en los servidores de los dominios de las empresas o a través de correos phising, enviados a las empresas implicadas, para posteriormente hacerse pasar ante los proveedores como el emisor de correos corporativos, que comunican el cambio de cuenta bancaria habitual para el cobro de determinadas facturas.
El Edite ha recomendado, para evitar este tipo de estafas, comprobar la procedencia de los correos electrónicos habituales con los que se mantiene contacto empresarial para poder detectar direcciones de correo electrónicos con nomenclatura similar o suplantados, sobre todo cuando dichos correos comunican cambios en las cuentas bancarias habituales de pago. En caso de ser víctima de uno de estos delitos, se recomienda presentar denuncia por los hechos ocurridos «lo más rápidamente posible» para que los investigadores puedan solicitar el bloqueo y recuperación de las cantidades.
Fuente: eldiadecordoba.es